Durante miles de años, os han educado en la ignorancia del Ser que ya sois y que siempre habéis sido y os han inducido a creer en las falsas monedas, que servían a un falso dios: Baal, ya caído. Baal era el becerro de oro, al que unos pocos: los diezmados, comenzaron a mostraros, para someteros y dividiros, cuando le dieron la espalda al Amor Todo Uno y al Ser que eran y que siempre habían sido. Y así lo consiguieron durante miles de años, como hijos de la serpiente y del halcón, sirviendo a la oscuridad que representaba ese falso dios. Y os impusieron falsos credos y dogmas para limitaros y sembrar en vosotros el miedo, sus miedos. Y les creísteis y les disteis vuestra aprobación. Y ellos se inventaron vuestra historia, y vuestro origen, porque vosotros le habíais dado la espalda a vuestra auténtica realidad.
Ahora ya no existen ni la serpiente ni el halcón y su progenie se devora internamente. Lo mismo sucede con su servidumbre y sus perros de presa que se evidencian ante todos y cada uno de vosotros: los justos que clamáis con voces de trueno, los despiertos, los magnánimos, los inocentes, los humildes, los pacíficos guerreros de la luz y del Arco Iris. Los caminantes del cielo, los Índigo, Cristal, Diamante, Arco Iris y Ultravioleta. Los saltadores, conectores, tejedores y sintonizadores de mundos.
Los tibios caeréis de vuestro pedestal, con un sufrimiento innecesario, cuando podéis acceder al Ser que ya sois y que siempre habéis sido. Y todos los que os empecináis en alimentaros de muerte, en servirles y en consumir sus toxinas y sus venenos, habéis sentenciado vuestra salud y la de los que os aman, en lugar de acceder a la eterna juventud y a la ilimitación del Ser que ya sois y que siempre habéis sido.
Os han educado falsamente en dar un diezmo de todo cuanto disponéis y os han hecho creer falsamente que es suficiente. Mas en verdad os digo, que estáis confundidos. Todos los que disponéis de medios de todos tipos y permitís que vuestros hermanos y hermanas, que vuestros reflejos, que vuestros otros yo, pasen necesidad, os sometéis a la Ley del Amor que es la única real y verdadera en Todo cuanto Es y lo descubriréis en vosotros mismos, porque todo cuanto le hacéis a los demás a vosotros mismos os lo hacéis. Todo cuanto os han hecho, se lo han hecho a ellos mismos. Por eso la Ley del Amor equilibra la balanza y por eso ha llegado su fin, porque ellos mismos así lo han elegido.
Pedid y se os dará. Pedid con humildad y agradeced lo que recibís con magnanimidad. Dad con la misma fuerza con la que pedís. Compartíos los unos con los otros y dejad de darle tanto valor a las falsas monedas que finalizarán muy pronto su existencia en este planeta, pues la Luz y el Amor Todo Uno, así lo han dispuesto. La muerte será erradicada para siempre y la Vida se hará Una en vosotros y a través de vosotros.
Dejad de vivíos como tibios y alzad vuestras voces, siguiendo el Amor Altruista de vuestros corazones y mostrando al Ser que ya sois y que siempre habéis sido. La tibieza procede del miedo y el miedo del Ego, que fue creado por la propia serpiente y el halcón. Ya han sucumbido y yacen en dimensiones sin Vida y sin posibilidad de acceder a ningún orbe de vida. En el Abismo, yacen todos ellos y los que aquí y ahora fenecen sin poderlo evitar.
Os han mentido y os siguen mintiendo, mostrándoos un sistema y unas estructuras tan falsas como su imagen humana y como su falsa humanidad. Son reptiles de sangre fría, carentes de vida y carentes de sentimientos, que disfrazan sus hediondas presencias y sus sucias y largas lenguas, con un disfraz humano que ya no les sirve para camuflarse ante vosotros: los hijos de la Luz y del Amor.
Cada vez sois más los que despertáis. Cada vez sois más los que recuperáis vuestro poder y accedéis a vuestra Esencia Divina. Cada vez sois más los justos que clamáis con voces de Trueno y las eleváis al cielo. Estáis protegidos por toda la luz y todo acontece en la línea del Amor Todo Uno. Haced caso omiso a sus mentiras y a sus falsas leyes.
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